domingo, 29 de noviembre de 2009

Adiós Amor



Retuércete en mi lecho,
Donde el frío no alcanza.
Suéñame en mi vientre,
Donde la tristeza acaba.
Quédate conmigo aquí
Y lávate la cara,
Que quiero desnudarte toda mi alma.
Cuando la fragilidad anuda al orgullo
Solo nos queda la esperanza,
La providencia que vendrá del cielo,
Para bloquear la flaqueza.
Siempre fui tuya aunque no lo dijera,
Siempre mi pensamiento rogó por tu aliento.
El augurio del adiós pesa tanto...
Como el aullido del gozo de tus labios.
Lloraré por todo lo que mi razón explique,
Más mi alma no llorará por tu ausencia.
Te brindaré un grito de mi garganta,
Un gemido de rabia. ¿Adiós amor?








Rendirse, en mil y una batallas. Rendirse. Este sentimiento inmenso que recorre el cuerpo solo lo hace rendirse, pues solo ser dependiente del otro ser que amamos nos hace marioneta de sus deseos. Quiero cortar los hilos pero sangro, lastimo mi corazón, ya que si es dura es la dependencia, horrible es la distancia. El amor vuelve a jugar con el ser humano, a rasgar sus vestiduras y a ofrecer cada poro, cada fluido de nuestros cuerpos en la danza sublime del encuentro carnal. El amor no hace sentirnos libres, qué putada!. Nos emborracha de pasión, altera nuestra conciencia, nos divierte y nos exhausta. Y como dicen los poetas y trovadores: “¿pero qué coño es el amor?”, “y es que no hay droga más dura que el amor sin medida”. Nos vuelve frágiles, personajes de cristal con el "alma invadida", con la esperanza de "salir gloriosos de esta condena", esta“dulce condena”. Sin embargo, siempre deseamos amar y ser amados, a toda costa, con todo el ser. A este punto de desvarío racional, nos olvidamos de cómo sentíamos antes, de nuestros intereses anteriores antes de caer y sucumbir. A veces, echo de menos esa independencia anterior, y pienso que si mi amor muere, se esfuma o desaparece, me reconciliaré con esa parte de mí que grita y gime, esa parte que sale en estas líneas y que me hace inviolable en mi fortaleza, ya que el que a nadie ama, a nadie teme perder. Te brindo un gemido de rabia y un aliento de éxtasis “Amor”.



6 comentarios:

  1. Hola!!tan solo pase para repetirte que me gusta como escribes y que en especial esta parte de :Siempre mi pensamiento rogó por tu aliento.

    El augurio del adiós pesa tanto...
    Como el aullido del gozo de tus labios.

    Y espero que tu no te rindas nunca en tu escribir.

    Mil y unas veces , te saludo.
    Fmdo: Ozzd

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  2. Grandes sentimientos de una gran persona y poeta... espero leer más versos así... ¿me dedicas alguno?

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  3. Es posible, algún dato para poder empezar?

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  4. hablamos del amor y no sabemos lo que es!!!!...o sí lo sabemos??

    EDMUNDO

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  5. en primer lugar ha sido un placer conocerte(bueno mas bien conocer tu blog),me gusta mucho tu forma de escribir...si me permites el comentario yo soy de los que piensan que es el ser humano el que vulgariza y le falta al respeto al amor,no creo que el amor haga daño,somos nosotros los que lo pisoteamos...a partir de hoy me verás siempre cerca...


    ...anda que el chistecito de el mundo y el país...

    MARIO

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  6. MARIO vamos a dejarlo como secreto, ke es verdad ke es muy malo el chistecito. shhh, 1 saludo.

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